Las espinacas estan compuestas en su mayoría por agua, apenas tienen hidratos de carbono ni proteínas, lo que sí contienen es fibra, así como cantidades elevadas de provitamina A, vitamitas C y E, todas ellas de acción antioxidante. Y en cuanto a minerales destacan el postasio, calcio, fósforo, magnesio y hierro.
Los espárragos blancos deben su color a que crecen bajo tierra, no pueden recibir la luz del sol para seguir manteniendo su color.
Tambien tienen un aporte muy bajo de calorías, son un excelente diurético y contienen cantidades significativas de potasio, fósforo, calcio y magnesio así como ácido fólico. Incluso se les ha descrito como sedantes para calmar los nervios.
Por lo que se refiere a las zanahorias, su color naranja nos indica que además de otras muchas propiedades es ideal para el cuidado de la piel porque tiene betacarotenos, pigmentos naturales antioxidantes. Los betacarotenos son los precursores de la vitamina A, importante para neutralizar efectos de los radicales libres, además fortalece el sistema inmunitario y es un magnífico bronceador natural.
Por supuesto tiene un porcentaje elevado de agua y es hipocalórico.
INGREDIENTES (6 personas)
- 600 ml. de bechamel ( 3 vasos llenos aproximadamente) receta aquí
- 6 huevos.
- 400 gms. de espinacas cocidas (pueden ser congeladas)
- 250 gms. de espárragos blancos bien escurridos.
- 150 gms. de zanahoria cocida
- Sal y pimienta
ELABORACION
Si véis que la bechamel queda muy espesa, añadir un poco más de leche.
Cocer todas las verduras por separado.
Triturar cada vedura y mezclar con un vaso de los de agua de bechamel y dos huevos, batir bien todo junto.
Untar un molde alargado, tipo plum-cake, con mantequilla. Colocar la mezcla de la zanahoria en el fondo y meter al horno solamente con la parte de arriba encendida, gratinar a temperatura máxima, hasta que se forme una corteza, pero sin que llegue a quemarse.
Sacar del horno y hacer lo mismo con la mezcla de espárragos, echarla con mucho cuidado, para que no se rompa la costra formada por la zanahoria. Meter al horno y gratinar hasta que forme una nueva costra.
Otra vez sacamos del horno y añadimos la mezcla de espinacas que es la que nos queda.
Ahora que tenemos las tres mezclas, metemos el molde al baño María y cocemos a horno medio (180º C), con las dos resistencias encendidas, durante aproximadamente 1 hora, o hasta que pinchemos con una brocheta en el flan y la brocheta salga limpia.
Os recomiendo que no llenéis el molde hasta el filo, porque durante la cocción el flan crece y se puede salir.
Otra cosa, si la parte de arriba empieza a quemarse, poner un trozo de papel de aluminio encima para que no se dore demasiado.
Cuando esté cocido, sacar, dejar templar y desmoldar. Servir sólo o con mayonesa, salsa de tomate, salsa tártara.....etc.
Pero qué pintaca tiene esto, Ana... Mira, yo no soy muy de verduras, pero como ahora estoy a régimen por orden médico, y como además tiene una pinta estupenda, me voy a hacer un flan de estos. De verdad que lo veo y me apetece muchísimo comerlo. Qué buena pinta!!
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