El plato que os presento está guisado en una cazuela de barro de Pereruela, supongo que muchos conocéis estos productos, pero para el que no los conozca, aquí va una explicación que creo merece la pena aunque sea un poco larga.
Pereruela es un pueblo de la comarca de Sayago, provincia de Zamora , mi tierra, de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
El municipio de Pereruela es conocido por su alfarería de cazuelas, hornos y todo tipo de "cacharros" de barro cuya principal característica son sus propiedades refractarias debido al tipo de arcillas que se usan para su fabricación totalmente artesana y que las hacen muy resistentes a todo tipo de fuego, incluso microondas, vitrocerámica, cocinas de inducción.....
Existen documentos en los que se habla de la calidad de estas materias primas que datan del año 1.400, ahí es nada.
Toda la alfarería se realiza a mano, se usan dos tipos de barros: el blanco o caolín que es el refractario y el rojo o bermejo; según el porcentaje de uno o de otro, así es la calidad de la pieza, aunque siempre lleva un porcentaje mayor de barro blanco que de rojo. El secado se hace de forma natural, sin usar secaderos y la cocción de las piezas es muy lenta, dejando enfriar dentro del horno para que no sufra cambios bruscos de temperatura. Después se bañan con esmalte sin plomo.
Hay que tener algunas cosillas en cuenta antes de usar una cazuela de pereruela por primera vez, por ejemplo, dejarla sumerjida en agua durante 10 ó 12 horas, después secarla muy bien y hay fabricantes que aconsejan frotar un ajo por todo el fondo con un poco de aceite.
Cuando se pongan sobre el fuego, es conveniente empezar con un fuego lento y subirlo de forma gradual. en el horno y microondas puede ir directamente.
También tener en cuenta que por sus cualidades refractarias conservan mucho el calor por lo que es mejor apagar el fuego por lo menos 5 minutos antes de lo que nos indica la receta, si no más.
La cazuela que véis tiene muchísimos años, ya la usaron mi abuela y mi madre, así que haceros una idea, para mi es una joya. La pequeña es más nueva, aunque también tiene muchos usos.
INGREDIENTES
- 1 kg. y medio de patatas.
- 2 ó 3 huevos para rebozar las patatas.
- Harina para rebozar las patatas.
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo.
- 3 vasos de agua.
- Aceite para freir las patatas.
-Sal.
- Perejil.
- Pimentón.
- 250 gms. de almejas.
ELABORACION
Echar las almejas en agua con abundante sal para que expulsen cualquier arena que pudieran tener, dejarlas hasta el momento de usarlas.
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas de 1/2 cm., ponerlas en un escurridor (porque sueltan agua) y salarlas. Batir los huevos, podéis empezar por dos y si os hace falta ya añadís el otro.
Poner al fuego una sarten con abundante aceite, si es honda mejor, rebozar las patatas pasándolas primero por harina y después el huevo batido.Freir hasta que se doren por ambos lados. Pasarlas directamente a la cazuela donde las vayamos a hacer, tampoco es imprescindible que sea de barro, pero si la tenéis quedarán más buenas. Vais poniendo capas de patatas hasta teminar, como os muestro en la primera foto.
En una sartén aparte, ponemos un poco de aceite del mismo de freir las patatas y doramos la cebolla cortada en aros finos. Se la añadimos a las patatas.
En un mortero, machacar los dientes de ajo con un poco de sal para que no os resvalen, añadís el perejil, el pimentón y el agua, remover bien y añadir esto a las patatas.
Poner la cazuela al fuego y cocer 20 minutos a fuego lento, contando desde el momento en que empieza a cocer.
Enjuagar las almejas y añadírselas 5 minutos antes de apagar el fuego. Y ya sabéis que con las cazuelas de barro los 20 minutos se convierten en 15.
Es un plato muy fácil de hacer, aunque es un pelín entretenido y en mi casa gusta muchísimo.
También deciros que yo llene un poco mucho la cazuela con patatas y las almejas sobresalían, pero qué más da, están buenísimas.
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