Después de tanta tarta, creo que ya tocaba algo salado y he pensado en algo ligero y rápido de hacer porque con estos calores lo que menos apetece es estár metida mucho tiempo en la cocina.
El soufflé es un término francés que designa un plato a base de claras de huevo montadas a punto de nieve y que se hinchan en el horno.
Con él se pueden hacer mezclas dulces y saladas. Existen tantas variantes como imaginación tengas.
Aquí os dejo este con pocos ingredientes y faciles de encontrar; pero podéis sustituir unos por otros e ir haciendo pruebas de sabor. Si algo bueno tiene la cocina es que se puede reinventar una y otra vez. Hoy le quitas una cosa y le pones otra y ya tienes un plato diferente.
INGREDIENTES
- 100 gms. de carne de cangrejo.
- 15 gms. de mantequilla.
- 100 gms. de gambas peladas.
- 1 cucharadita de zumo de limón.
- 1 cucharadita de eneldo o en su defecto perejil picado.
- 4 huevos.
- 50 gms. de queso parmesano rallado.
- Sal.
- Pimienta.
ELABORACION
Engrasar con la mantequilla el fondo de un molde de soufflé de 18 cms. de diámetro, poner en él las gambas peladas y la carne de cangrejo desmenuzada. Si el cangrejo es congelado, descongelar previamente y secar sobre papel de cocina, para que no suelte agua. Rociar con el zumo de limón y espolvorear con el eneldo o perejil. Cubrir el molde con papel de aluminio, en introducir en el horno a 190º, durante 5 ó 6 minutos.
Mientras tanto, separar las claras de las yemas, mezclar las yemas con el queso, y condimentar con sal y pimienta. Tener en cuenta que el queso ya resulta algo salado a la hora de incorporar la sal.
Batir las claras a punto de nieve firme, e incorporarlas a la mezcla de las yemas, con mucho cuidado y con movimientos envolventes para evitar que las claras bajen.
Verter el preparado en el molde caliente y volver a introducir en el horno, dejar durante 20 minutos más, hasta que la mezcla suba y esté dorada. Servir caliente.
Listo para comer. Y ya sabéis podéis añadir cualquier otro ingrediente como taquitos de jamón, unos espárragos, etc. es cuestión de echarle imaginación.
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